11 de Mayo 2012
Saló del Còmic. Puntualizando.
Se ha creado una cierta polémica alrededor del post de Santiago García sobre el XXX Saló del Còmic de Barcelona. Y he recibido muchas llamadas y mails al respecto, algunas referidas a mi comentario de estar de acuerdo con él en varios puntos de su texto.
Los que hemos asistido al Saló, como fans primero, también como profesionales después, le tenemos MUCHO cariño al certamen, y nos unen vínculos personales con los organizadores (algunos de ellos nos han visto crecer profesionalmente, ¿eh Pilar, Tomàs, Guille?), además de un inevitable cariño por el encuentro en sí.
Es una cita imprescindible para el mundo del cómic, y este año se ha realizado un trabajo de promoción y bombo que ha situado el Saló en más medios de comunicación que nunca, además de contar con un sábado glorioso donde nunca antes habíamos visto tanta gente visitando las instalaciones.
Reconozco que hay que abrirse a otras disciplinas, atraer expositores, vincular el cómic con el cine, la televisión, la literatura y las nuevas tecnologías; algo que, a su vez, atraerá a público muy distinto. Carles Santamaría y equipo, en este aspecto, han conseguido abrir el Saló a todo tipo de expositores cuyos productos se mueven en la órbita de los cómics.
Hay que evolucionar, hay que estar a la altura de los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías. Y la expo Robots en su tinta era un perfecto exponente de ello, en equilibrio con otra muestras que nos dejaban patidifusos por la belleza de los originales presentados.
En la órbita de los cómics, insisto. El Saló debe centrarse en ellos. En los tebeos, en sus profesionales consagrados, en los artesanos, en los editores, en los libreros y en las bases, fanzineras o no, que aseguren la pervivencia del medio en un futuro. E, importante, continuar con esa gestión docente, de fomento y promocional el resto del año, intentando que muchos de esos 100.000 y pico visitantes sigan leyendo hasta el próximo Saló.
Pero desde el punto de vista del visitante-profesional fiel, del niño fan convertido luego en autor y que se ha criado entre stands, lo que es evidente es que el cómic ha retrocedido en cuanto a presencia en el Saló. Mientras éste iba creciendo en popularidad y espacio, muchos libreros y algunas editoriales dejaban de asistir. Y se han puesto de moda estas peceras horribles, estos mini-super-mercados-dentro-del-Saló que le hacen perder ese espíritu de pequeñas islas asediadas por fans que tocan, buscan, remueven y fluyen entre pilas de tebeos que deben reordenarse cada cierto tiempo.
Y claro, se pierde la emoción de la dura tarea de impedir que te roben los cómics, ya no nocesitas ser un watchmen con visión periférica. Jo. Eso era parte del Saló también. Me molesta mirar tebeos con un guardia de seguridad uniformado vigilándome como si fuera un Centinela de X-Men (eso me pasa por tener genes culturalmente dispersos).
Sin desmerecer a los expositores no-comiqueros, éstos han ganado terreno al lomo y a la grapa mientras que, por otro lado, el papel se encarcelaba (eh, Álvaro) entre muros de cristal o aglomerado.
Veía, en definitiva, un Saló algo impersonal, con mucho ruido, grandes stands California style, y poca esencia comiquera. O quizá daba esa sensación por la dispersión de los stands relacionados con el mundo del cómic. Nuestro mundo del cómic que compartimos con miles de personas, a lo grande, durante cuatro días que deben aprovecharse como si fueran los últimos.
Las exposiciones eran formidables, no cabe duda. No hay ningún "pero" aquí. Y agradezco que Ficomic y Jordi Ojeda añadieran mi expo Almas de Metal al grupo de actividades paralelas del Saló. Y os aseguro que comisariar este tipo de expos es muy difícil y requiere mucho amor por el cómic, paciencia y aguante.
Hay mucha dedicación por el Saló y se consiguen GRANDES resultados con un equipo pequeño y entregado, a veces con pocos medios y mucha voluntad, y eso se debe reconocer al equipo de Santamaría. Pocas organizaciones pueden montar un evento como este con un comando de operaciones especiales tan compenetrado como ellos. Eh, recordadlo, estaba AHÍ Go Nagai. :)
No hay que convertirlo en un mercadillo de tercera, por supuesto. El Saló es ahora la Enterprise del mundo del Cómic, nuestra mejor nave insignia. Hay que seguir dando prestigio al cómic. Pero los que hemos crecido con el Saló, todos esos fans-profesionales que nos emocionamos al cruzar la puerta, creo fírmemente, debemos poder opinar sobre él y que nuestras sugerencias sean tomadas en cuenta y alertar de que hemos llegado a un punto en el que toda la industria, no solo Ficomic, debe trabajar unida para que esta cita anual se vuelva a llenar de cómics porque, en serio, no estaban todos los que debían estar por muchas y variadas razones (este mundillo sigue siendo un poco follonero) y se perdía un poco el espíritu del Saló.
Insisto de nuevo: es el punto de vista de un viejo zorro que opina que es un momento inmejorable para perfeccionar un Saló del Còmic que es ya un referente europeo y, esperemos, mundial.
Si a pesar de haberte modernizado, estar al tanto de todo, nuevas tecnologías y nuevas tendencias; si después de haber asimilado el cosplay y haber conectado con las nuevas generaciones de lectores el Saló te hace sentir algo desplazado, aunque sea un porquito, es que quizá algo no cuadra del todo; y no eres tú. O sí. Quizá sí que nos hacemos viejos. PERO recordad que muchos personajes de cómic no envejecen, al menos en espíritu. ^__^
Hay que alimentar la sala de máquinas de la Enterprise, además de con dilito, con viñetas de papel o virtuales. No deben ceder demasiado espacio vital. El capitán cómic debe estar SIEMPRE en el puente de mando, no en la enfermería.
Leed cómics. ^___^
Escrito por Cels McClane a las 11 de Mayo 2012 a las 06:02 PM
La verdad es que lamento esa perdida de frescura del Salo que describes, por lo que pienso que en estos momentos no me pierdo nada. Siempre he deseado asistir, pero por p o por pa, nada.
Ahora compañero, tu ultima sugerencia/critica "Leed Comics"... veamos, lamentablemente yo no puedo dedicar la pasta a seguir todas esas colecciones que me interesan, por lo que siempre le he gorroneado el comic de superheroes a mis colegas que si se dedican a ello, pero a ciertos autores que si les puedo seguir por su "linealidad" en la produccion si los compro. Peter Bagge por ejemplo es uno. El otro era Cels Piñol (y lo sigo comprando mientras SEA el autor, FL/FN y otros, carajo si hasta me lei la primera novela solo por que la firmabas tu), pero esa franquicia que se creo con la Batalla de Montjuich, que de acuerdo que lo hicieron muy bien y guardando el estilo celsiano en el dibujo, a veces rozaba demasiado, me ha decepcionado MUCHO.
En fin, lo que quiero decir, que a veces se compra por el contenido (en el caso de los superheroes) otras veces por el autor (por que gusta el estilo) y Capitan, siempre seras un referente, pero nos dejas con hambre de mas material y de continuidad. Por tanto si el autor no produce...
Escrito por: Carlos Ayerbe Gayoso a las 11 de Mayo 2012 a las 08:28 PMUf, Carlos, de la Batalla de MontjuÏc ya ha pasado mucho tiempo. :) Ahora son otro tipo de narizones.
Y no digo comprad, sino leed. :) yo desde que he descubierto las bilbiotecas accedo a mucho material que tampoco podría permitirme.
Abrazote y gracias.
Algun dia me cuadrara por fechas el poder ir al Salon del Comic de Barcelona (soy de Asturias).
Tengo un Fanhunter firmado por Paconan y por el Papa Alejo (firmados con años de diferencia)... si algun dia logro ir... prometeme que me lo firmaras (ya que nunca consegui que Angel de la Calle te trajera a la Semana Negra)
Un saludo Cels.
Yo tenia el salón como una fecha marcada siempre en mi calendario... pero los años no se detienen y hace dos años que no puedo ir... Es la única vez al año que puedo comprar un cómic, en mi localidad ya no venden... a menos que hablemos de "Gormitis" y pokemons varios... en ese caso mi piel se vuelve verde esmeralda y estalló de furia... siempre puedo visitar Tarraco Cómics... pero ha pasado tanto tiempo que me cuesta volver, principalmente por los dos años de paro en mis espaldas... estoy divagando... el caso es, que todavía guardo fotos haciendo cola para que me firmaras un fanhunter, los esbozos de una ampliación casera de fanhunter JdR para llevar Fanknights... y si es verdad, hay cosas que se pierden, ya no es lo mismo... las cosas evolucionan para bien o para mal, mi último cómic lo recuerdo con cariño pues me lo compro mi mujer y lo firmo Jim Starlin! Pero la sensación de que el salón del cómic, aquel que conocí hace más de una década ya no era el mismo, ni mejor ni peor, sólo diferente y adaptándose a nuevos tiempos. Sólo espero poder ir el próximo año y llevar conmigo algunos de mis cómics viejos y conseguir una firma, sin necesidad de comprar exclusivamente el último número del autor en cuestión o de una lista creada por la editorial. Pero sobretodo deseo no perder nunca el alma de fan que llevo dentro y que sigo cultivando con las pelis, juegos de rol y releyendo mis viejos y queridos cómics.
Escrito por: Ramon a las 11 de Mayo 2012 a las 10:49 PM