11 de Julio 2013
WORLD WAR Z. "¿Miedo o asco?"
A estas alturas muchos de nosotros ya sabíamos que Guerra Mundial Z, la película, poco o casi nada tenía que ver con el sensacional libro de Max Brooks (leedlo, es un gran relato no solo de zombis, sino todo un clásico de la literatura de terror).
A partir de aquí es cuando entran en conflicto sentimientos encontrados. :)
Hace muchos años, de jovencito, algunas tardes íbamos a casa de l@s amigot@s, en nuestro lugar de veraneo o en la ciudad semidesierta, para ver un programa doble (o triple) de películas de terror alquiladas en Beta o VHS en Video Instan, El Corte Inglés o en videoclubs de barrio o de pueblo (sí, entonces quedaban videoclubs).
A los que nos tocaba elegir, siempre preguntábamos: "¿Qué os apetece hoy, peli de miedo, de sustos o de asco?", y así nos decantábamos por un Amtyville, un Viernes 13, algo de Troma o incluso slashers y giallos palomiteros. No importaba si la peli no era buena del todo; lo importante era reunirnos y pegar unos cuantos gritos, refugiarnos bajo el mismo cojín de la chica que nos gustaba y soltar algo de adrenalina antes de bajar a quemarlo todo a la piscina.
Guerra Mundial Z sería una de esas películas: un pasatiempo divertido, alejado de los clásicos del cine de terror mucho más elaborados, un divertimento. Lo que ocurre es que no resulta fácil describirla ni etiquetarla como peli de miedo, se sustos o de asco. No es nada de esto porque se queda a medio camino entre cine de terror y peli de catástrofes.
¿Por qué sentimientos opuestos? Pues porque me lo he pasado bastante bien viéndola, debo reconocerlo. Supongo que me esperaba un desastre y, mira por donde, si te la tomas como peli de serie B, hasta resulta muy... SIMPÁTICA. Y no lo digo con ironía.
Tiene momentos muy logrados: cuando el héroe cuenta unos segundos para saber si está infectado o no y dónde se coloca para esperar el resultado, lo que le pasa al epidemiólogo, las escenas de acción y lo que ocurre en ellas (aquí si que, por una vez, el montaje algo abrupto es soportable), algunos diálogos sobre el 'tema zombi' y, sobre todo, la espectacularidad del ESTALLIDO: pocas veces hemos presenciado el inicio de una epidemia zombi y aquí sí que se muestra global y con algunos planos muy espectaculares de caos urbano.
¿Agujeros de guión? Varios. ¿Sensación de que falta algo? Sí. Como si hubieran reducido el metraje a lo bruto. ¿Lindelofs? Pequeñitos. ¿Escenas que rozan el ridículo incluso en una peli de zombis? Sí, pero la escena siguiente lo compensa y así hasta el final de la película. ¿Escenas cursis? Pues unas cuantas, aunque mucho mejor logradas que las de The Walking Dead cuando se ponen ñoños. ¿Miedo? No mucho. ¿Asco? Cero. Casi no hay salpicones de sangre (solo en tres planos y de refilón; y no se muestra ni una sola escena truculenta: todo lo 'platachof' queda fuera de plano, hasta el punto en que encontraréis mucha más casquería en Zombieland que aquí). ¿Sustos? Bien distribuidos y, francamente, bastante buenos. ¿Qué hay de lo que hemos leído por ahí de que se trata de una peli con Brad Pitt como héroe indiscutible y chupaplanos? Totalmente. Exagerado. Sale indemne de todo con más soltura de John McClane. One man army corps.
Lo bueno es que ya era hora de ver alguna película donde no todo recordara a otras obras recientes porque hay diferencias e ideas nuevas que no marcarán el futuro del género pero si alimentarán algunas buenas tertulias zombi-cinéfilas y no solo para destrozar la película.
He pasado un buen rato. Un buen rato de serie B simpática, insisto, no hay que pedirle más a la película. Le da mil vueltas a cualquier Emmerich en las escenas 'nos salvamos en el último segundo'.
No es WWZ. Eso os lo garantizo.
No hay batalla de Yonkers.
No hay plan Redeker.
No hay casi nada de los conceptos geniales que propone el libro ni de sus momentos de auténtica mala baba.
No es una peli de zombis.
Es una peli para pasar una tarde de verano con los amiguetes y para después convencerlos de que se lean el libro original.
Lástima, podría haber sido un bombazo, una buena miniserie de televisión si la hubieran desarrollado más.
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***SemiSpoiler***
Aparte, lo que me gustará ver es la reacción del escritor Marc Pastor cuando llegue al punto en que explican por qué los infectados atacan de forma selectiva. Los que hayan leído su novela El año de la plaga me entenderán.